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Uno de los conceptos básicos en las emergencias es el de las posiciones anatómicas del paciente porque facilitan la comunicación entre los profesionales que las atienden, al tiempo que ayudan con las intervenciones urgentes, maniobras de reanimación y respiración.
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A las posiciones específicas que se utilizan en medicina para describir la postura o la orientación del cuerpo en relación con el espacio circundante, se les conoce como las posiciones anatómicas del paciente.
La importancia de estas posiciones radica en que son útiles para realizar exámenes físicos, procedimientos médicos y cirugías, además facilitar la comunicación precisa entre profesionales de la salud.
Las posiciones anatómicas del paciente cumplen funciones fundamentales en la práctica clínica, en tanto que ayudan en la evaluación, el tratamiento y el cuidado del paciente. A continuación, describimos algunas de las que son más frecuentes:
En ella el paciente está de pie, mirando al frente y con la cabeza erguida. Los brazos están extendidos a lo largo del cuerpo con las palmas hacia adelante. Los pies, por su parte, están juntos o ligeramente separados, con los dedos apuntando hacia adelante.
Esta es la posición que se usa como referencia para describir al resto. Es esencial para la interpretación de radiografías, tomografías y resonancias magnéticas porque sirve como base para determinar la orientación de las estructuras.
El paciente está acostado boca arriba. La cabeza, el cuello y la columna vertebral están alineados. Los brazos pueden estar a lo largo del cuerpo o en otra posición.
Esta es una postura que facilita la palpación abdominal, auscultación cardíaca y también el examen neurológico. Se usa para muchas cirugías abdominales, cardíacas y ortopédicas. Además, es la posición estándar para realizar maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP).
El paciente está acostado boca abajo. La cabeza puede estar girada hacia un lado para facilitar la respiración. Los brazos pueden estar a lo largo del cuerpo o con los codos flexionados.
Su uso se da en cirugías de la espalda, en intervenciones en la columna vertebral o para procedimientos rectales. Esta posición puede mejorar la oxigenación y facilita el drenaje de secreciones pulmonares en algunas terapias respiratorias de pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).
El paciente está acostado de lado. El lado sobre el que se apoya el cuerpo puede llamarse “decúbito lateral derecho” o “decúbito lateral izquierdo”, dependiendo del lado que está en contacto con la superficie. Esta es una posición común en procedimientos que requieren acceso a uno de los lados del cuerpo.
Se utiliza en cirugías de tórax, riñón o cadera, también facilita la administración de enemas o supositorios y puede reducir el riesgo de aspiración en pacientes que sufren de eso, especialmente después de la alimentación.
En la posición Fowler, el paciente está en semisentado, con la parte superior del cuerpo elevada entre unos 45 y 60 grados. En semi-Fowler, la parte superior del cuerpo se eleva entre 30 y 45 grados.
Estas son posiciones que facilitan la expansión pulmonar, por lo que su utilidad se da en pacientes con insuficiencia respiratoria, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o congestión cardíaca. Se usan durante y después de la alimentación en pacientes con riesgo de aspiración.
En esta el paciente está en decúbito supino, es decir boca arriba con el cuerpo paralelo al suelo, pero la cama está inclinada de tal manera que la cabeza queda más baja que los pies.
Se usa en emergencias sanitarias o en cirugías para mejorar el retorno venoso. También es utilizada en algunas cirugías pélvicas y abdominales porque ayuda a mejorar la visibilidad y el acceso a ciertas áreas, además de que facilita la colocación de catéteres venosos centrales.
Esta posición es la inversa a la de Trendelenburg. En ella el paciente está en decúbito supino también, pero con la cama inclinada de tal manera que los pies quedan más abajo que la cabeza.
Su uso se da en cirugías abdominales y para mejorar el drenaje de ciertos órganos. También puede ayudar a reducir la presión intracraneal en aquellos pacientes con trauma craneal o edema cerebral.
En esta el paciente está en decúbito supino con las piernas flexionadas en las caderas y las rodillas, además los muslos están separados y levantados.
Por lo general se usa en exámenes ginecológicos y partos. También es utilizada en cirugías ginecológicas, urológicas y proctológicas.
El paciente está en decúbito lateral, es decir de lado, por lo general sobre el lado izquierdo, con la pierna inferior ligeramente flexionada y la pierna superior más flexionada.
Esta posición es utilizada a menudo para exámenes rectales, así como para la administración de enemas. Se usa también para cambiar a un paciente de una posición supina o lateral, en especial en la movilización de pacientes encamados.
Es similar a la posición de Trendelenburg, pero con una inclinación menos pronunciada. Además de que mejora el acceso quirúrgico en procedimientos otorrinolaringológicos y dentales, también puede utilizarse para evitar la embolia aérea en algunas cirugías.
Cada una de las posiciones mencionadas tiene un uso clínico específico y es fundamental en la práctica médica, en el objetivo de asegurar la correcta alineación del cuerpo y facilitar la realización de procedimientos médicos, sumado a mejorar la comodidad del paciente.
Además de la Maestría en Neuropsicología Clínica, la Universidad Europea en Ecuador cuenta con la Maestría en Salud Digital, que puede proporcionar herramientas innovadoras para monitorizar y mejorar las posiciones anatómicas de los pacientes.