El proceso de enseñanza se ha enfocado tradicionalmente en la mera transmisión de conocimientos del docente a sus estudiantes. Esto se aplicaba a la realización de ejercicios en clase, así como una prueba o examen pidiendo que reprodujeran la información tal cual se les había transmitido. En pocas palabras, el aprendizaje consistía en memorizar y repetir, sin oportunidad de analizar o reflexionar en profundidad los conocimientos obtenidos.
Las técnicas educativas más efectivas y completas han surgido para demostrar que aprender es mucho más: entender, buscar, cuestionar, practicar, crear, equivocarse, corregir, etc.
Uno de los mejores ejemplos de estas metodologías activas en educación es el aprendizaje basado en proyectos (ABP). Este artículo te dará a conocer en qué consiste el ABP y cómo trabajarlo en el aula, además de profundizar en sus ventajas y algunos ejemplos para llevarlos a la práctica.
El método pedagógico que permite a los estudiantes participar en un proyecto que les motiva, al mismo tiempo que aprenden contenidos curriculares, es conocido como aprendizaje basado en proyectos o aprendizaje por proyectos.
En esta metodología, el docente debe plantear una pregunta-desafío que se base en una situación real, que además sea cercana a los alumnos o a su entorno, despierte su interés y que esté unida a los conceptos y procedimientos que aprenderán.
Los estudiantes tienen el deber de resolver la tarea por equipos realizando una investigación que abarque distintas actividades de aprendizaje y que se desarrolle a lo largo del proyecto, trabajando de manera colaborativa y prácticamente autónoma.
Finalmente, el objetivo es que compartan el producto final o solución con el resto de sus compañeros de clase.
El aprendizaje por proyectos posibilita el tratamiento de diversas materias del currículo escolar al mismo tiempo, dependiendo siempre del tema que se seleccione como eje central.
Con el fin de que los estudiantes adquieran un mayor protagonismo que en la educación tradicional, se pensó este ejemplo de innovación educativa.
Es así que el docente deja de ser el experto que se dedica únicamente a transmitir sus conocimientos y pasa a ser quien se ocupa de crear los escenarios de aprendizaje indicados para las distintas capacidades y necesidades de los estudiantes. En ese contexto, también ejerce de guía y orientador durante el desarrollo del proyecto.
Por este motivo, los estudiantes suelen ser más participativos, toman las riendas de su aprendizaje y, por consiguiente, su implicación es mayor.
Una de las características del ABP es que es una metodología inclusiva que brinda la oportunidad de identificar los distintos ritmos de aprendizaje de una clase y/o estudiante, para atender a ello con una propuesta de actividades que involucra varios grados de complejidad.
Garantizar que el método funcione, se basa en que el tema elegido para el reto debe ser próximo a la realidad actual del estudiante o a la que se encontrarán en un futuro en el contexto de su incorporación al mercado laboral. Además, debe conectar con sus preferencias, resultar atractivo o que se sientan identificados con la temática.
Este tipo de aprendizaje es fundamentalmente práctico y requiere de la interacción entre estudiantes.
Más allá de la adquisición de conocimientos y el desarrollo de competencias, son muchos los aspectos que se pueden evaluar con el ABP. Entre ellos están el proceso de aprendizaje, el manejo de herramientas tecnológicas u otros recursos didácticos, la calidad del producto final, la socialización de los estudiantes, etc.
En ese contexto, se requieren mecanismos de evaluación que no se limiten únicamente a las pruebas escritas convencionales o exámenes, como pueden ser: cuestionarios, rúbricas, diarios de aprendizaje, portafolio, etc.
El aprendizaje basado en proyectos se caracteriza por ser un proceso continuo de reflexión, mejora y evaluación. No se trata de una actividad o tarea de un solo día de duración.
A la hora aplicar el aprendizaje por proyectos en clase, se recomienda hacerlo de la siguiente manera:
A continuación, te compartimos algunos ejemplos de aprendizaje basado en proyectos e ideas de actividades:
Son numerosos los beneficios que trae el ABP a los estudiantes, ya que les facilita el desarrollo de aptitudes cognitivas, entre las que están el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad.
De otro lado, promueve habilidades socioemocionales entre las que se cuentan la colaboración, la comunicación efectiva y la responsabilidad personal.
Finalmente, el aprendizaje por proyectos fomenta el interés y la motivación de los estudiantes, ya que su desarrollo implica que se aborden temas relevantes y significativos para ellos.
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