
La educación, tradicionalmente, ha priorizado el desarrollo cognitivo, restándole atención a las habilidades emocionales. Sin embargo, en las últimas décadas, la educación emocional ha cobrado un mayor protagonismo que, para este momento, encuentra respaldo incluso por UNESCO. En este artículo, abordaremos distintos aspectos de la importancia de la educación emocional, así como las maneras más adecuadas de integrarla en el aula con ejemplos prácticos.
La educación emocional es conocida por ser un proceso pedagógico que potencia la esfera afectiva y las habilidades cognitivas con el fin de promover un desarrollo integral de la personalidad. Su foco está en mejorar el conocimiento y la gestión emocional, con miras a afrontar los desafíos diarios y mejorar el bienestar.
Se trata de una educación estrechamente relacionada con la inteligencia emocional. En este contexto, un objetivo clave de la educación emocional es el desarrollo de esta capacidad.
La educación emocional se diferencia de la inteligencia emocional a partir de sus enfoques y aplicaciones. Mientras que la educación emocional centra su atención en el proceso educativo para cultivar competencias sociales y emocionales en un entorno académico o formativo, la inteligencia emocional está enfocada, específicamente, en la capacidad individual que hay en el reconocimiento, la comprensión y la gestión de las emociones, tanto propias como ajenas, en distintos contextos de la vida.
Consideremos un ejemplo para ilustrar esta distinción:
Vamos a imaginar a dos personas: Ana y Pablo. Tanto ella como él han recibido una educación emocional sólida en la etapa de su infancia, lo que les ha enseñado a identificar y expresar sus emociones, además de a relacionarse de manera saludable con los demás. Sin embargo, Ana da muestra de una mayor inteligencia emocional que Pablo.
En el momento en el que Ana y Pablo enfrentan una situación de estrés en el trabajo, ella da cuenta de una capacidad excepcional para reconocer y regular sus propias emociones, tomando decisiones racionales y manteniendo la calma. Además, muestra empatía hacia sus compañeros de trabajo, comprendiendo sus sentimientos y ofreciéndoles apoyo emocional cuando hace falta. Por otro lado, aunque Pablo ha recibido también una educación emocional similar, él tiende a reaccionar de manera impulsiva ante el estrés, evidenciando dificultades para controlar sus emociones y para empatizar con los demás.
Este ejemplo muestra cómo la educación emocional brinda el marco y las herramientas necesarias para desarrollar la inteligencia emocional, pero tanto su aplicación como el dominio de estas habilidades son ya aspectos distintivos de la inteligencia emocional.
Son dos las direcciones en las que se enfoca la educación emocional: de un lado, potenciar la esfera afectiva de los estudiantes y, de otro, desarrollar las competencias emocionales de los docentes. Entre estas aptitudes, están:
Una parte integral del entorno educativo debe ser la educación emocional. Esto demanda adaptar las actividades académicas al desarrollo de los estudiantes. De esta manera, se vuelven realmente efectivas en la tarea de promover relaciones más positivas entre los alumnos, además de fomentar la empatía y enseñarles a expresar sus emociones.
Por ejemplo, el uso de dibujos y cuentos para apoyar a los niños a identificar sus emociones de manera adecuada en la Primaria. Mientras que, para los estudiantes más mayores, está el recurso de las películas relacionadas con la educación emocional, como una excelente herramienta a la hora de reflexionar sobre sus sentimientos y comprenderse mejor.
Sumado a esto, es de vital importancia que los docentes actúen como modelos de gestión emocional, permitiendo que los estudiantes puedan tomar herramientas prácticas de su ejemplo. En resumen, enseñar sobre las emociones mediante la práctica y la demostración de autenticidad emocional es fundamental en el éxito de la educación emocional en el salón de clases.
Aquí te traemos algunos ejemplos específicos de actividades educativas para trabajar la educación emocional en diferentes entornos:
Escritura emocional:
Arte y creatividad:
Lectura y narrativa:
Música y sonido:
Asimismo, en la Universidad Europea en Ecuador contamos con una amplia oferta formativa especializada en el sector educativo, como la Maestría en Docencia Universitaria, la Maestría en Inteligencia Emocional, la Maestría en Psicopedagogía y la Maestría en Neuroeducación. ¡Conoce todas las titulaciones que puedes estudiar con nosotros!